La participación de la doctora Vanessa Yélamos Torres, representante de FUNIBER en el Congreso de Prevención y Atención en Situaciones de Riesgo en ciberbullying, ha sido un éxito tras cerrar las inscripciones y movilizar a más de 400 personas.
La doctora Yélamos Torres, profesora de la Universidad Europea del Atlántico (UNEATLANTICO), ha cruzado el Atlántico desde España hasta Centro América para formar parte del Congreso de Prevención y Atención en Situaciones de Riesgo en Ciberbullying organizado por el Centro Universitario de Zacapa de la Universidad de San Carlos de Guatemala (CUNZAC – USAC).
Durante su estancia en el país, la doctora ha recorrido numerosos municipios como Teculután y Gualán. Allí ha participado en calidad de ponente en intensas jornadas que han registrado una media de 80 asistentes diarios, teniendo que cerrar las inscripciones de cada sesión. La doctora asegura que por ello se marcha de Guatemala «contenta por haber podido llegar a tanta gente: familias, alumnos, profesores, orientadores, psicólogos, psicopedagogos, etc.»
El objetivo del congreso ha sido concienciar a la población guatemalteca, trasladando el mensaje de “no normalización” de conductas de acoso a través de conferencias y el desarrollo de herramientas de prevención. Para ello, se llevaron a cabo una serie de ponencias y talleres prácticos, donde no solo se expuso el punto de vista experto, sino que también se estableció una vía de comunicación bidireccional, en la que los participantes pudieran tomar un papel activo compartiendo experiencias personales.
Las conferencias estuvieron enfocadas a definir los conceptos de bullying y ciberbullying, además de analizar el impacto de ambas problemáticas en la actualidad a nivel mundial y, concretamente, en Guatemala. Asimismo, se detallaron las características que confirman que una determinada situación supone un problema de bullying y ciberbullying y permiten detectar la actuación de los participantes en este tipo de comportamientos.
Tras su regreso a España, la doctora expuso: «Me voy muy agradecida por todo lo que me han dado y compartido esta semana. Pero, si de algo me voy muy contenta y emocionada, es de las sesiones que pude compartir con el alumnado de CUNZAC-USAC. Más que explicarles nada, hicimos una sesión de catarsis, de terapia de grupo, de apoyo mutuo. Yo les conté mi historia con total confianza, les expliqué el acoso que sufrí en el colegio desde los 11-12 años y eso abrió automáticamente en ellos un espacio de confianza, de respeto, de escuchar, de soltar, de sanar… que fue muy, muy bonito. Muchos alumnos explicaron el acoso que estaban sufriendo o que habían sufrido tiempo atrás y eso creó un momento mágico con ellos».