La Dra. Irma Domínguez, coordinadora académica del Área de Salud y Nutrición de FUNIBER, participa en un estudio que explora cómo los factores demográficos y prehospitalarios se relacionan con la mortalidad en enfermedades cardiovasculares agudas.
Las enfermedades cardiovasculares son responsables de muchos casos que requieren atención médica en el entorno prehospitalario, así como de un número significativo de hospitalizaciones no planificadas y muertes súbitas e inexplicables. Los servicios médicos de emergencia (EMS, por sus siglas en inglés) enfrentan el desafío de manejar esta alta carga de pacientes de manera rápida y eficiente, siguiendo pautas clínicas establecidas y con la capacitación adecuada, como el soporte vital básico y avanzado.
En los sistemas de salud se han establecido códigos de detección específicos para condiciones potencialmente mortales, como el paro cardiorrespiratorio y el accidente cerebrovascular. Sin embargo, uno de los desafíos para los médicos que atienden las emergencias es identificar a los pacientes con enfermedades cardiovasculares agudas que corren mayor peligro de mortalidad, principalmente cuando los síntomas están enmarcados o se ven influenciados por otros factores, como comorbilidades o la edad avanzada.
EL envejecimiento de la población ha generado un cambio en el tipo de pacientes tratados por los servicios médicos de emergencia, y los adultos mayores se han convertido en un grupo de atención relevante. A medida que aumenta la esperanza de vida, enfermedades como la fibrilación auricular, el síndrome coronario agudo y la insuficiencia cardíaca congestiva se vuelven más frecuentes. Sin embargo, las complicaciones relacionadas con el envejecimiento pueden dificultar el diagnóstico y el tratamiento adecuados, ya que algunos adultos mayores pueden presentar síntomas atípicos o pueden tener enfermedades concurrentes que interactúan con el sistema cardiovascular.
Por ello, este estudio tuvo como objetivo buscar asociaciones entre factores demográficos y prehospitalarios con la mortalidad a corto y largo plazo en enfermedades cardiovasculares agudas potencialmente mortales. Es particular, se compararon dos cohortes de edad, pacientes menores de 75 años y mayores de 75 años, con el fin de obtener una mejor comprensión de las características y desafíos únicos que enfrentan las personas en relación con estas enfermedades.
Los resultados mostraron que los pacientes de edad avanzada, mayores de 75 años, tienen un riesgo duplicado de mortalidad en comparación con los pacientes más jóvenes, menores a 74 años. Además, se encontró que las intervenciones como la ventilación mecánica, cardioversión y desfibrilación, también está relacionadas con un mayor riesgo de mortalidad.
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